Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha inventado formas deliciosas de evitar el desperdicio de alimentos. A menudo, esto se ha hecho conservando los alimentos frescos para que duren más tiempo mediante la fermentación y otros medios.
Se cree que el yogur fue inventado hace más de 4.000 años por los pastores de Asia Central, que almacenaban la leche de cabra que les sobraba en recipientes hechos con estómagos de animales para conservarla mientras se desplazaban. Para su sorpresa, parte de la leche almacenada en estas pieles se volvía espesa y ácida. Y, lo que es más importante, seguía siendo comestible, incluso después de un periodo de tiempo sorprendentemente largo bajo el sol.
El kimchi es un plato tradicional coreano que se originó hace más de 3.000 años. Es un alimento crujiente, sabroso y rico en vitaminas y nutrientes que puede aportar numerosos beneficios para la salud. Elaborado correctamente, el kimchi puede ayudar a conservar muchos tipos de verduras durante todo el año.
Los alimentos encurtidos, como el kimchi y el yogur, así como las confituras, las mermeladas y los vinos, son formas que el ser humano inventó para evitar que se desperdiciara la comida cuando era abundante y poder disfrutarla después.
Para el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, en Akorn Technology, Inc. hemos desarrollado nuestra innovadora contribución a la lucha contra el desperdicio de alimentos para que todo el mundo pueda disfrutar de productos frescos abundantes y deliciosos. Nuestros recubrimientos comestibles naturales, derivados de plantas, no sólo prolongan la vida útil de las frutas y verduras, sino que también proporcionan productos frescos y más sabrosos, ya sea que provengan del otro lado del estado o del océano.
Las frutas y verduras sabrosas se comen. Así es como los recubrimientos de Akorn ayudan a evitar pérdidas y desperdicios innecesarios de productos frescos.
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